Ha terminado la Cuaresma el tiempo de conversión interior y de penitencia, ha llegado el momento de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La Semana Santa, es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Por ello, es un periodo de intensa actividad liturgia dentro de las diversas confesiones cristiana. Da comienzo al Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anteriores (viernes de dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año). La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, y finaliza en la semana de Pasión donde se celebra la Eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche de Sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Durante la Semana Santa, las narraciones de la Pasión renuevan los acontecimientos de aquellos días; los hechos dolorosos podrían mover nuestros sentimientos y hacernos olvidar que lo mas importante es buscar aumentar nuestra fe y devoción en el hijo de Dios.
La liturgia dedica especial atención a esta semana a la que también se le denomina "semana mayor" o "semana grande" por la importancia que tiene para los cristianos celebrar el misterio de la Redención de Cristo, que por su infinita misericordia y amor al hombre decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo merecido por nuestros pecados.
Para los cristianos la semana no es un recuerdo de un hecho histórico cualquiera, es la contemplación del amor de Dios que permite el sacrificio de su hijo, el dolor de ver a Jesús crucificado, la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el jubilo de su Resurrección.
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